«Contra el viento del norte» es uno de los libros más leídos de este verano. Más que calidad literaria ( tiene recursos fáciles ) este libro es novedoso por cómo cuenta la historia: lenguaje fácil, inalterable estructura epistolar, sin narrador, sin descripciones…; es su sencillez lo que quizá te atrape entre sus páginas; además es una reflexión acerca de las relaciones vía internet.
Contra el viento es una lectura agradecida, porque te entretiene y no tienes que pensar en nada más mientras la lees. No quiero decir que sea simple. Su original planteamiento hace que te enganches desde la primera página esperando uno de los dos únicos desenlaces posibles. Se decanta por el más comercial, en época de crisis bien viene una segunda parte. Quizás sobren unas páginas (yo diría 20 ó 30) para no estirar tanto una trama, que al ser sencilla, no permite mucho juego. Es el libro perfecto para un viaje largo en tren: no te das cuenta del paso del tiempo mientras pasas las páginas y no necesitas concentración para seguir el argumento. Ojalá pudiera asegurar que no me voy a leer la segunda parte, pero sé que no podré resistirme a averiguar cómo continúa esta relación virtual. Beatriz
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Es una novela romántica, moderna , una historia de amor (no pastelosa) llevada a través del correo electrónico (unas de las modalidades comunicativas del siglo XXI)
Es fácil y rápida de leer, es difícil cerrar el libro antes de llegar al final, la curiosidad por saber que pasará con la relación de los personajes te engancha.
Por su lenguaje tan sencillo tiene momentos divertidos. humorísticos, emocionantes y a veces hasta con un poco de dramatismo.
Hay un momento en que parece que la acción se ralentiza, pero al llegar aquí la novela se termina de una forma seca y con una sorpresa final ¡!
Deja tan abierto el final que te deja con la intriga para leer la 2ª parte.
He leído que aparecerá en noviembre y se llamará «Cada siete olas» ¿Se cumplirá el dicho «las segundas partes nunca fueron buenas»?
Yo no me quedaré con la intriga, lo leeré.
Una manera original de contar una historia de amor y desamor, expuesta exclusivamente en el formato rápido (e irreflexivo muchas veces) de los correos electrónicos que nos mandamos día a día. Con un final muy original . Me gusta cómo las trifulcas de los personajes plantean indirectamente preguntas sobre la naturaleza del amor, los estereotipos masculino y femenino los diferentes planos en que cada uno de nosotros plasmamos nuestra identidad (en el mundo real por un lado, el mundo virtual por otro) y cómo dichos planos se entrelazan y confunden como en un juego de espejos.
Estilo sencillo y directo. Desenlace inesperado. Buenos ingredientes, en fin, para pasar un rato agradable y reflexionar sobre nosotros mismos.
Título del libro: La casa de los amores imposibles. Autora: Cristina López Barrio. Edit.: Plaza Janés.
La novela recorre, de la mano de una leyenda con maldición al tanto, unas cuantas generaciones de mujeres que sufren de amores (pero también de él gozan de lo lindo, no os creáis que …). Y también aparece la geografía española y alguna referencia (escasa para lo mucho que daría) histórica o social. Hay metáforas afortunadas como “La noche se convirtió, de pronto, en un mausoleo sobre su corazón.” Donde la imagen de la bóveda de una gran tumba cuadra tan bien a una noche que se le cae encima a un personaje acuciado en ese momento, como Santiago (pág. 408). Y expresiones penosas como “una mártir … que fue descuartizada hasta la extenuación”, y uno se imagina a la santa pasándose la mano por la frente sudorosa y diciendo: ayss, chicos, no me descuarticéis más, que estoy extenuada. Se lee con comodidad, pero resultan demasiadas generaciones de hermosas malditas, suceso que en un cuento se resume así : y la madre, pues igual, y la abuela, y la biznieta. Ahora, lo que llevo peor es que en la página 40 se diga que Clara “no asistía a misa los domingos, ni su madre tampoco”, y en la 42 leamos “El domingo siguiente ni Clara ni su madre asistieron a la iglesia”. Pero bueno, ¿dónde tenemos la memorzheimer? ¿Y la coherencia y el hilo conductor? Recuerda algo al chiste del pastor interrogado sobre la productividad lechera de las ovejas, que inquiere a su vez: “Pero ¿cuáles, las blancas o las negras?”, y el otro aclara: “las blancas”; “mucha leche”, contesta el pastor; “¿y las negras?”, sigue el curioso; “pues también mucha”, contesta el impertinente y surrealista pastor. Sí , por supuesto que Cervantes deja sin burro a Sancho y unas páginas después éste se monta en el pollino, antes de recobrarlo, como si de un encanto de los de su amo se tratara. Pero ese olvido no desdibuja el retrato de Sancho, y Cervantes no tenía ordenador para releerse tan cómodamente como ahora. ¿Cómo se formaron los grandes novelistas como tales, de la talla de Galdós, Clarín o Baroja? ¿Leyendo a Homero, Virgilio, Ovidio? Es poco probable. ¿ Leyendo a los grandes franceses, Hugo, Dumas; inglese, Scott; alemanes, Goethe; en fin, a ratos, seguro, …; mucho más probablemente leyendo a los historiadores de los siglos XVI al XIX, leyendo el teatro clásico español y europeo en general y los periódicos y ensayos de su tiempo, así como la poesía de todos los tiempos. A su vez, Cervantes, Shakespeare, Corneille, Molière, leyeron a los historiadores y los poemas épicos clásicos, por supuesto. En el XIX los escritores consagrados y los aspirantes leyeron además la gran épica medieval, y así se fue creando una transmisión de maneras de hacer evolucionadas, maneras de expresar sentimientos desarrolladas, enriquecidas, renovadas, a lo largo de las generaciones de escritores. ¿Dónde se han formado algunos escritores muy, pero que muy, actuales? ¡En un taller de cuentos (se suele llamar literario)! ¿Y qué les sale cuando se ponen a escribir una novela? ¡¡un cuento muy largo!! Desde el título hasta la médula.
En principio, y como yo no soy demasiado exigente, la novela en cuestión me ha gustado como me gustan todas las que van expresando en el texto, de una manera tan clara y descriptiva, la forma de sentir de los protagonistas. Si bien se perfila el desenlace como algo previsible, no por ello deja de envolverte. Me tocó leerla en un viaje al pueblo para ver a los abuelos, y como no pude dejar de leer hasta que acabó, mi suegra dudaba de si había ido al pueblo a interesarme por ella, o sólo por los chorizos y viandas que nos trajimos y por el dichoso libro en cuestión.
Por otra parte, aunque la forma de conocerse de los protagonistas pueda haber ya dejado de ser novedosa, no deja de ser curiosa, por la ausencia de lo físico, la relación especial que se forma en la intimidad de tu cuarto con el desborde de sensaciones que sólo te transmite la palabra escrita y la imaginación. No me extraña ese miedo permanente de ambos a “perder la magia” de lo que te has formado en la mente sólo con lo que te sugieren las palabras, unidas siempre a la forma de ser de cada uno. Como bien sabemos, ejemplo de Cyrano, no siempre la palabra más bella va unida al rostro y cuerpo más afortunado.
De todos modos, como ahora me ha pasado, siempre que se remueven los sentimientos, si tú como lector vibras mientras lees y te ves identificado con algún deseo íntimo de los protagonistas, hace que el rato que has dedicado a su lectura merezca la pena.
Sobre el libro «Tierra desacostumbrada» de Jumpa Lahiri:
El libro está dividido en relatos cortos fáciles de leer. En la 1ª parte del libro estos relatos son inconexos, tienen en común que los personajes son emigrantes de 2ª generación de bengalis en Norteamérica , lo que hace más interesante es que los personajes andan en una dualidad para buscar su identidad: la heredada de sus padres y la adquirida en este nuevo país, Estados Unidos.
Al leer un poco la biografía de la autora se deduce que ella también es hija de una tierra desacostumbrada y fruto de ella, quizás por ello nos cuente con tanto detalle las preocupaciones e inquietudes de unos personajes que dejan atrás sus raíces para integrarse en una sociedad moderna, globalizadora.
La 2ª parte me ha gustado más porque parte de 2 adolescentes que sus famiilias se van integrando en la sociedad, pero hay momentos en los no pueden sustraerse a sus costumbres. Los relatos se van interrelaccionando y los 2 personajes no dejan de buscarse a la vez que se empeñan en levantar barreras que los separan irremisiblemente.
Bref, libro recomendado.
Sobre «Las alas de mi padre» de Milena Agus:
Es una novela que se lee bien, describe los paisajes de Cerdeña como si los estuvieras viendo. La historia está contada por una adolescente, el lugar en el que vive a orillas del mar quiere ser comprado por unos especuladores y de entre todos los vecinos la única que no quiere vender es «Madame» aunque su situación económica es bastante precaria, a pesar de ello su objetivo es hacer feliz a la gente de su alrededor.
Lo que no me ha gustado es como está tratado el tema de la bondad en «Madame» ya que sus acciones llegan a denigrarla como mujer, hay momentos que son verdaderamente dramáticos.
Yo no he disfrutado con esta lectura.
Sobre «La cena», de Herman Koch.
Es un relato tremendo sobre cómo las personas tratamos de proteger a nuestros hijos y de luchar porque todo lo que vamos consiguiendo en la vida se mantenga inalterable al precio que sea.
En la novela nada debe perturbar la aparente felicidad de los protagonistas aunque para ello tengan que silenciar hechos terribles.
Afortunadamente el padre de la familia sufre un trastorno neurológico lo que nos permite, en parte, atenuar su forma de actuar, pero no consigo entender la posición de la madre que es capaz de desarrollar todo tipo de estrategias para tapar los hechos y para mantener la situación ideal de su familia.
Me ha gustado la estructura de novela cuyo punto central es una cena entre dos hermanos, (uno de ellos con un alto cargo político) y sus esposas para tatar de solucionar la situación en la que se han metido sus hijos. El protagonista, entre plato y plato, nos cuenta sus reflexiones y nos va dando las claves sobre los demás personajes para entender la historia.
En definitiva es una reflexión sobre una sociedad que es capaz de justificar lo injustificable para que nada altere el bienestar conseguido.
Sobre La Cena, de Herman Koch.
Cuando leí la sinopsis del libro, sabía que era cuestión de tiempo leerlo. Me trajo a la memoria un profesor de la facultad, que compartió con nosotros una de sus colecciones más peculiares: noticias «impresas» que serían el argumento de una novela a lo largo del tiempo.
La novela plantea un problema ético, que arranca de un hecho real: todos recordamos la muerte de una indigente en un cajero barcelonés hace unos años. Nos indignamos, algunos cambiamos de canal porque las imágenes eran duras y nos preguntamos seguro qué le pasa a la juventud actual. Nunca creímos que nadie pudiera defender ese asesinato. ¿Alguien pensó en la postura de sus padres?
Por eso me llamó la atención el libro, porque se centraba en los personajes secundarios de la noticia, los desgraciados padres. ¿Cómo actuar en semejante situación? Una cena para dar respuesta a esta pregunta. Y a partir de ahí sorpresas, que no desvelaré.
Hay un momento en que el libro me decepciona a nivel argumental (me encanta la estructura externa, la verdad) y es cuando parece que justifica la actitud de los adolescentes, como víctimas de unos padres a los que el oficio, por distintas circunstancias, le ha venido grande.
Y totalmente de acuerdo con el comentario de Jesús sobre la mujer del protagonista, que pierde el norte por completo… ¿de tal palo, tal astilla?
Libro interesante, no apto para el verano… !!!hace pensar!!!
A propósito del libro “Tierra desacstumbrada”, deciros que me ha gustado mucho. Me gusta la manera en la que están contadas las diferentes historias, cómo algunas de ellas se entrelazan y, sobre todo, las ideas de pertenencia o falta de pertenencia a un lugar y el choque cultural-generacional que planea sobre todas ellas.
Un libro, en definitiva, muy recomendable.
Rogelio Martínez sobre “La casa de los amores imposibles”.
Lo reconozco, soy un romántico, me gustan las historias entre parejas y los finales felices, pero estas novelas con tanto muerto me desconciertan pues me meto mucho en los personajes y, cuando me voy encariñando con el que considero protagonista, pues va y se muere, y así con varias generaciones. Al final no sé con qué quedarme del libro.
He de decir sin embargo, que me gustan muchas características de los personajes, por ejemplo esa simbiosis y disfrute de algunos con la naturaleza. Por otra parte, aún sin llegar a ser “como agua para chocolate” es curioso ver que algo tan terrenal como los alimentos, su preparación, sabores, olores etc., tienen una gran influencia en la relación entre ellos.
Tengo que confesar también mi predilección por los personajes femeninos, a mi juicio mucho más ricos por su complejidad y sensibilidad que los masculinos, y de esta obra destaca sobre todas las féminas el personaje de Olvido Laguna, referente de mujer fuerte, apasionada, fiel, sensible, enamorada hasta la médula y hasta la muerte de su primer hombre, que le gusta leer como a mí a San Juan de la Cruz y despierta pasiones por donde pasa, hasta de su propio nieto.
Finalmente me ha desconcertado un poco esa cotidianeidad de la muerte violenta en la vida de los personajes y, sin embargo, cómo a pesar de ello la vida sigue saliendo al encuentro.
Rogelio Martínez sobre “Los juegos del hambre”
Es fastidioso ver cuando terminas el libro que aún quedan segundas y terceras partes, pero he de decir también que he caído en las redes de la autora, pues me ha enganchado desde el principio hasta el final.
No sé cómo será el mundo dentro de otro par de miles de años, pero tal y como lo describen algunos autores que se atreven a ello, los primeros instintos naturales del hombre como el de la supervivencia y la reproducción de la especie estarán tan intactos como en el día de hoy.
De nuevo el personaje femenino protagonista del libro atrae toda mi atención por su versatilidad, fuerza, sensibilidad, inteligencia y ¿por qué no? ternura.
Resulta dramático el planteamiento de ver que sólo hay dos opciones: ganar con el premio de la fama y la riqueza, o perder que significa morir. Lo terrible es que para ganar también tienes que matar a un primer amor de tu tierra. Con este planteamiento, estuve a punto de dejar de leer el libro, pero afortunadamente la autora ha salido airosa de este dilema y sortea este obstáculo enganchándonos con una acción y aventura que no para hasta un incierto y, no por predecible, original ¿final?
Sobre «La Cena» de Koch. Lo acabé hace ya una semana y todavía no sé si he llegado a digerirlo. El libro, en general, me ha gustado: su estructura es interesante y la historia «engancha» desde el principio. Al poco de empezar a leerlo y sin tener toda la información que se tiene al final, yo pensaba que justificar las malas acciones de un hijo es algo humano (aunque no siempre defendible). Sin embargo, hacia el final de la novela la angustia me llevó al asombro y casi al desquicie: ¿quién puede entender tanta violencia?, ¿de verdad hay gente capaz de llegar a fomentarla en sus propios hijos?
Resumiendo, el libro me ha gustado pero el «mal rollo» me dura todavía.
Ya me he leído la continuación del libro «Contra el viento del Norte»: «Cada siete olas»
En esta 2ª parte el objetivo del autor es ganar dinero, porque no es que la continuación sea mala, es peor. El 1er libro tuvo éxito por la originalidad de la presentación, conversaciones a través de emails, lo dejó abierto y con la curiosidad, a ver que pasa, se compra el libro.
Lo que se dice calidad literaria, no tiene, todo son repeticiones, trabalenguas…. en resumen ¡malo! No os lo compréis, si tenéis curiosidad «terminan juntos, pero no revueltos.
Sobre el libro «La mecánica del corazón». Teníamos que leer algo que leyeran nuestros alumnos/as y yo me incliné por este (quizás porque la portada me recordó a una película de Tim Burton). De hecho, no me equivoqué, la historia parece sacada de pelis como «Big Fish» (salvando las distancias) y es una bonita alegoría de una historia de amor llena de personajes fantásticos. He de decir que no es el tipo de novela que me gusta normalmente, pero la historia es bonita y merece la pena dedicarle un par de tardes de lectura.
Libro: “La hija de Robert Poste” de Stella Gibbons
Es una novela de una frescura inusual, quizá por estar escrita por una mujer que nació hace más de 100 años.
En ella Stella Gibbons ridiculiza la sociedad inglesa de los años 30 con un humor sorprendente.
Te cautiva la descripción de sus personajes y la inteligencia con la que Flora, la protagonista los maneja como un teatro de guiñol.
Los paisajes un tanto siniestros y los personajes extravagantes contrastan con la gracia y la brillantez de Flora, convirtiendo la obra en un atractivo sainete.
Aunque en ocasiones chirria la traducción, su lectura sorprende. Es un libro deferente.
Sobre el libro «Ru» de Kim Thúy.
Es un libro muy corto que se lee en dos ratos, escrito en forma de recuerdos que acuden a la mente de la autora de forma aleatoria, sin seguir ningún orden cronológico, mezclando recuerdos de la infancia, con reflexiones actuales y problemas cotidianos con situaciones terribles. Algunos pasajes me han parecido de mucha ternura y me ha gustado especialmente la ingenuidad de la mirada de la niña para relatar algunos hechos brutales pasando por encima de ellos, aceptando las cosas como vienen sin entrar demasiado en detallarlos, como queriendo dar la idea del arroyo o de que todo fluye que va implícita en el título «Ru».
Sobre el libro «El tiempo entre costura». A mí si me ha gustado, pues es la historia de una joven modista que empujada por el destino se dirige hacia un arriesgado compromiso en el que los patrones y las telas de su oficio se convertirán en la fachada de algo mucho más turbio y trascendente. E ella se tejen muchas lecturas transversales que la convierten en una novela de superación personal, colonial, de amor, de conspiraciones históricas y políticas, y de espías. Una novela de ritmo imparable cargada de encuentros y desencuentros, de identidades encubiertas y quiebros inesperados; de ternura, traiciones y ángeles caídos.
En ella se reflejan personajes que sí existieron en la realidad de aquella época, salvo uno de ellos «Marcus Logan». Espero que disfruteis de ella.
“El tiempo entre costuras”
Lo leí en las vacaciones de verano. Me lo regaló una buena amiga, mayor razón para leerlo y me dije; un libro para relajarme y no pensar en nada. Pero luego me sorprendió gratamente. El tiempo entre costuras es un best seller sutil y delicado que hay que leer sin miedo, aunque huyas de los libros de entretenimiento. Su ambiente colonial es como el olor de una fotografía sepia, quizá porque habla de nuestra historia, de la que aparece reflejada en las fotos de nuestros abuelos, los que nacieron en 1900 y estuvieron en África. Es un libro entretenido y ágil que muestra las dos caras del Protectorado en una época llena de intrigas y unos lugares exóticos.
Sobre: “La sociedad literaria y al pastel de piel de patata de Guernsey”
L a Casualidad y el ingenio llevan a los habitantes de la pequeña isla del Canal de la Mancha llamada Guernsey a crear una sociedad literaria para escapar del castigo nazi durante la ocupación Alemana.
Las carta de sus habitantes enviadas a Juliet, columnista y escritora en busca de un tema para su próxima novela, van construyendo las vidas de estas personas sencillas en apariencia , y ayudarán a reconstruir el personaje de Elizabeth, la mujer que les enseñó a escapar de las “barreras erigidas por el hombre” gracias a la literatura.
Imposible dejar de sonreír durante toda su lectura. Increíble ¿no?.
Es un libro que comprarás una y otra vez para regalar.
Gracias Pilar por el préstamo. Yo ya me he comprado mi ejemplar.
“Ru” es un libro escrito con retazos de recuerdos, desde la perspectiva que da la distancia y el paso de los años. Son muy hermosas las descripciones cargas de recursos, a veces demasiado adjetivadas, que te impregnan de las tonalidades y fragancias de Vietnam. Si fuera lírica, podríamos hablar de la elegía a una madre a la quien parecerse, a un niño perdido en las tinieblas del fango, a una anciana sin pasado, a un país desvaído.
Pero “Ru” es También un libro de pensamiento. Muestra lo que todos ya sabemos pero olvidamos con facilidad; el tiempo cambia la apariencia de las cosas y lo que te enseña a vivir no son las riquezas materiales sino “unos pies para perseguir tus sueños”.
Sobre » La soledad de los números primos» de Paolo Giordano.
La historia narra la atracción de dos seres con experiencias dramáticas, unidas por su propia soledad, Alice y Mattia. Uno existe al lado del otro sin llegar a juntarse nunca.
Los años, en la historia, transcurren rápidamente sin grandes acontecimientos. Pero la reflexión se hace inevitable. Paolo Giordano teje una red de emociones que llegan a estremecerte y esperas que en algún momento de la historia ocurra un milagro que alivie las heridas de sus protagonistas. Pero el tiempo convierte a Alice y Mattia en dos desconocidos con cicatrices herméticas incapaces de vencer.
Merece la pena leerlo.